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AIDA: CONQUISTA AL PÚBLICO SINALOENSE

El Teatro Pablo de Villavicencio lució a todo su esplendor

Culiacán, Sinaloa.- Con un teatro a su máxima capacidad, la ópera Aida, producida por Sociedad Artística Sinaloense, Instituto Sinaloense de la Cultura, Teatro del Bicentenario de León, Guanajuato, y la Ópera de San Diego, conquista por segunda ocasión al público de Sinaloa, durante la segunda función llevada a cabo en la noche del pasado 18 de marzo.

Los mil asientos del Teatro Pablo de Villavicencio lucieron ocupados por lo mejor del público de las artes de Sinaloa, quienes acudieron con la intención de presenciar la faraónica obra de Giuseppe Verdi, que se presentó por última vez en el Estado hace más de 30 años.

En esta ocasión, vuelve a hacer historia con excelente reparto, una producción de primer nivel y un gran elenco conformado por los mejores coristas, bailarines y músicos pertenecientes a las compañías artísticas más sobresalientes de la entidad.

La obra inició un poco después de las 8:00 de la noche, tuvo una duración de 3 horas y veinte minutos aproximadamente, con tres intermedios, y los clásicos cuatro actos que dividen la majestuosa partitura verdiana y el libreto versificado por Antonio Ghizlanzoni, basado en la versión en prosa que Camille Du Locle escribió inspirado en una pequeña novela escrita por Édouard Mariette, el hermano de Auguste Mariette, uno de los egiptólogos más destacados de la historia.

Desde el foso del Teatro Pablo de Villavicencio, se hizo escuchar la maravillosa orquesta del Estado, la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes (OSSLA), compuesta por alrededor de 60 músicos y dirigida por el mejor director operístico de México, el mazatleco Enrique Patrón de Rueda quien fue recibido con un potente aplauso general.

Sobre el escenario, una espectacular escenografía trasladó el pasado de los faraones egipcios al costado del río Tamazula. Se trata nada más y nada menos que de la escenografía donada a la SAS en 2019 por la Ópera de San Diego y construida por el prestigioso escenógrafo norteamericano Michael Yeargan en 1995. Gracias al escenógrafo repositor, Emilio Martínez Zurita, que la adaptó para esta presentación, y el magnífico trabajo de iluminación creado por Rafael Mendoza, esta lució en todo su esplendor.

Sobre todo, destacó el fabuloso piso dorado, con una inclinación de 15 grados, así como la cuidada iluminación de Mendoza que dio vida a la dorada luz de Egipto y a las íntimas escenas nocturnas para las que se contó de un increíble telón de estrellas, préstamo del Teatro del Bicentenario.

El reparto principal estuvo integrado por Yamel Domort como Aida, Octavio Rivas como Radamés. Rosa Muñoz como Amneris, Oscar Velázquez como Amonasro, Rodrigo Urrutia cómo el Rey de Egipto, José Luis Reynoso como Ramfis, Iván Valdez como el mensajero y Laura Leyva como la Suma Sacerdotisa. Todos ellos, talentos de primer nivel en la escena del canto lírico a quienes el público reconoció con sendos y multitudinarios aplausos.

Otro papel de principal importancia tuvo el numeroso coro de la obra conformado por 3 compañías: el Coro Guillermo Sarabia de Mazatlán, el Taller de Ópera de Sinaloa (TAOS), el Coro de Ópera de Sinaloa (COS) y una decena de integrantes del Coro del Teatro del Bicentenario.

De la misma manera, cautivó al público, durante el segundo acto, la compañía mazatleca de danza contemporánea, DELFOS, con una coreografía espectacular. Otro más habría que decir del nutrido grupo de figurantes que dieron vidas a las animadas escenas de lucha y la brillante participación de las cuatro trompetas de Aida, instrumento ideado por Verdi expresamente para esta obra y que anuncia el momento más espectacular de la ópera la “Marcha Triunfal”, donde se presentan en escena los más de doscientos artistas, dirigidos por el director escénico Luis Miguel Lombana.

Al final, la trágica historia de amor entre la princesa-esclava Aida y el soldado Radamés, y la exquisita música de Verdi, volvieron a demostrar por qué sigue siendo AIDA una joya del repertorio operístico, un clásico entre clásicos y la ópera de óperas, cómo ha llegado a ser mencionada.