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¿QUIÉN SALE GANANDO?

¿QUIÉN SALE GANANDO?

Mucho se ha escrito de lo sucedido el fin de semana en el evento de Morena con Claudia Sheimbaum en Culiacán, y la presentación de los nuevos morenistas, que eclipsó la presencia de la virtual candidata a la presidencia de la república, por parte de la coalición oficialista.

Hay quienes resaltan los nombres de los advenedizos, ya que la lista incluye a expresidentes del comité directivo estatal, diputados de la actual legislatura de Sinaloa y candidatos del PRI, PAN y MC del más reciente proceso electoral. Algunos, incluso, considerados como los más dignos representantes del tricolor en nuestro estado.

A todos les llamó la atención el abucheo y las diversas expresiones de molestia, incluso obscenas, de quienes sí son morenistas, y no me refiero a los que llegaron en la ráfaga del PRD, y que demostraron su repudio por ésta, la segunda ola de arribismo, permitida por los líderes del Movimiento que tanto les costó a los “locos” que lo iniciaron, lo sostuvieron y fueron relegados, en su momento, por los perredistas, y que ahora les tocará, de nuevo, tragar gordo.

De lo más ingenuo fue pretender que no se escucharon los abucheos ruidosos y mayoritarios que llenaron el ambiente de un evento que debería de haber sido de felicidad para los simpatizantes y militantes de Morena y sus aliados.

Por supuesto que ninguno llega dioquis. En la semanera quedó de manifiesto. No se enojen porque algunos de los recién llegados serán candidatos. Avisados.

Las condiciones en las que son “recibidos” pueden ser diversas. Sabrá usted si a alguno lo amenazaron con despedir a toda la parentela que trabaja en los distintos niveles de gobierno, el poder judicial, el congreso o en los órganos autónomos.

Pudiera haber otros que ya tienen claro cuál será su premio. Apenas ellos y su intermediario le podrían decir si entre lo prometido hay candidaturas, magistraturas, fiats notariales o posiciones a repartir entre sus recomendados. Un “primero los pobres”, pero de su familia.

En la suma de los resultados de este evento, queda claro que hubo varios grupos que se vieron humillados. Los “recién llegados” recibieron el desprecio de quienes han deseado desaparecer al PRIAN y ahora ven que lo están logrando ya que se están pasando a Morena. Ya tienen desde Bartlett hasta Chuy Valdés. El PRI está quedando limpio. Casi todos los que en algún momento fueron vilipendiados por ser priistas, ya están vestidos de tinto.

También se vieron humillados los morenistas invitados. Sin lugar a dudas les restregaron en la cara que es necesario recibir a políticos hechos en los partidos contrarios, haciendo menos a los de casa.

¿En dónde quedan o quedarán los que han estado recibiendo los cursos de capacitación política, fieles a sus ideales, con la esperanza de una oportunidad? “Lástima Margarito”, les presentaron “los otros datos”.

Y por si alguien se atreve a decir que estos ilustres neomorenistas representan a una gran cantidad de votantes que los seguirán en sus nuevas aspiraciones, tuve la loca idea y salí a buscar, en Culiacán, a una pequeña muestra, si quiere usted poco representativa en número, mas no en significado.

Busqué, y no fue difícil de encontrar, a 10 personas que manifestaron haber votado por el candidato del PRI a la Presidencia Municipal de Culiacán en el 2018. El que buscaba la reelección y la perdió con Estrada Ferreiro.

A la pregunta expresa de que, si habían votado por dicho personaje, contestaron que sí. Al cuestionarlos de si votarían por el mismo, pero ya como candidato de Morena, absolutamente todos dijeron que no. De ese tamaño es la aportación de votos que le darán al partido tinto el 24.

Cualquier cosa que le hayan ofrecido a los nuevos morenistas es mucho más de lo que brindan a cambio. Particularmente los priistas y panistas, su aportación es casi nula y les regalan la oportunidad de seguir vigentes, mientras les convenga. Morena no gana, los morenistas no ganan, el movimiento no gana, el pueblo no gana. Eso creo yo.