HIJO DE PABLO ESCOBAR PRESENTARÁ “UNA HISTORIA PARA NO REPETIR”
Hoy estará en el Teatro Pablo de Villavicencio, a partir de las 7 de la tarde
Culiacán, Sinaloa, septiembre del 2023.- Sebastián Marroquín, el hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, afirmó en conferencia de prensa, que la humanidad debe aprender a convivir con el problema de las drogas y legalizarlas para evitar la violencia.
Hoy estará en el Teatro Pablo de Villavicencio, a partir de las 7 de la tarde, para hablar de tantas anécdotas para todas esas familias que tienen algún hijo, amigo o vecino que anda en el narcotráfico o bien consume drogas.
“Uso mi historia personal para compartirla con el mundo entero. La he llevado a miles de jóvenes mexicanos, pues muchos de ellos siguen soñando con que el camino del narco es el de la solución a sus problemas, cuando en realidad es el camino con el que inician sus problemas”, planteó.
Nacido en 1977 y residente en Buenos Aires, a donde llegó con su familia tras escapar de Colombia a la muerte de su padre, Marroquín debió cambiar de identidad para sobrevivir.
“Me cambié de nombre porque el mundo entero nos cerró las puertas y no nos permitían escapar de la violencia que habíamos heredado de mi padre y de sus acciones”, admitió.
“Pedimos ayuda a todas las delegaciones diplomáticas presentes en Colombia y nadie nos dio apoyo, ni el Vaticano, ni la Cruz Roja Internacional, ni las Naciones Unidas”, lamentó.
Casado con una mexicana, acude frecuentemente a México a dar charlas y conferencias a los jóvenes para que tomen conciencia de los riesgos del mundo de las drogas.
Marroquín aseguró que vive de su profesión de arquitecto, de conferenciante y empresario, además de la venta de sus libros, pues la fortuna que llegó a acumular su padre se perdió o fue confiscada.
“El destino que tuvo el dinero de Pablo Escobar habría que preguntárselo a los políticos de mi país, porque esa fortuna quedó en manos de ellos. Ellos confiscaron todas las propiedades, no indemnizaron a ninguna víctima, robaron”, denunció. También insistió en la versión de que su padre no murió el 2 de diciembre de 1993 a manos de las fuerzas armadas colombianas, sino que se suicidó de un balazo.