
LOBOS MEXICANOS

El 80% de ellos nacieron en zoológicos de la AZCARM
El rescate del lobo mexicano (Canis lupus baileyi) de la extinción en vida silvestre es muestra del trascendental papel que desempeñan las instituciones zoológicas en el mundo actual en el que estamos padeciendo una acelerada sexta extinción masiva de especies de fauna silvestre, indicó Ernesto Zazueta Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos Criaderos y Acuarios de México (AZCARM).
“Lo que hace unos 50 años fuera ya una especie extinta en vida silvestre ha renacido en su hábitat natural gracias a la estrecha coordinación de especialistas e instituciones zoológicas de México y Estados Unidos, culminando con un hito histórico de alrededor de 300 ejemplares ya en vida libre. Y nos enorgullece mucho poder decir que el 80% de los lobos nacidos bajo cuidado humano aquí en nuestro país para posteriormente ser liberados, en su mayoría, fueron gestados en zoológicos miembros de la AZCARM”, precisó Zazueta.
El especialista en fauna silvestre recordó que en los años setenta, el lobo mexicano fue exterminado en su hábitat natural por la cacería furtiva, conflictos humanos, en especial con el sector ganadero y por la pérdida de su hábitat, pero afortunadamente de manera inmediatamente fue creado el Comité Binacional para la Conservación de esta especie.
Y, desde el inicio de esta gran iniciativa, la AZCARM y sus instituciones han sido parte fundamental del Programa binacional para la recuperación de esta especie. “Hoy se estima que hay cerca de 600 lobos mexicanos en total, alrededor de 300 ejemplares en vida silvestre entre México y Estados Unidos; en nuestro país hay
116 lobos bajo cuidado humano en 24 instalaciones, 21 de ellas son instituciones zoológicas. Y hay tres parejas reproductivas activas que mantienen el programa genético en nuestro país”, detalló el Presidente de la AZCARM.
Cabe destacar que el Zoológico de Aragón ha logrado 194 nacimientos desde 1978, consolidándose como un centro de excelencia en reproducción y conservación de esta especie. Y, recientemente, el Zoológico de Chapultepec celebró el nacimiento de cuatro cachorros, reforzando su contribución al programa y a la investigación genética.
Y es que la población reproducida bajo cuidado humanos no sólo ha servido como fuente de individuos para liberación, también es un reservorio genético clave. De tal suerte que la movilidad entre instituciones zoológicas de la AZCARM ha permitido reducir la consanguinidad, mientras que funcionarios y expertos trabajan bajo estrictas normas del Mexican Wolf Species Survival Plan (SSP).

La reintroducción en Estados Unidos comenzó en 1998 en áreas como Arizona y Nuevo México. En paralelo, en México se han liberado lobos en Chihuahua y Sonora, registrándose las primeras crías nacidas en vida silvestre en 2014.
“Pero los zoológicos de la AZCARM no solo han sido pieza clave para todo este gran trabajo de reproducción, de investigación genética y de liberación de ejemplares en su hábitat de origen. También han desempeñado un papel educativo esencial; han generado una conciencia colectiva sobre la importancia de conservar al lobo como especie emblemática, han intervenido y prácticamente encabezado políticas públicas para su conservación y han capacitado a toda una nueva generación que continuará con esta gran labor”, agregó Ernesto Zazueta.
Finalmente, la AZCARM celebra que en la reciente Reunión Binacional para la conservación del lobo mexicano celebrada en el Zoológico Chapultepec, se haya incorporado al programa para el rescate de esta especie al Zoológico Sahuatoba de Durango, y que se haya presentado una nueva zona para su reintroducción ubicada justo ahí en el estado de Durango.
“Esta expansión, sin duda, dará inicio a una nueva etapa de este exitoso programa, con aún más oportunidades para la recuperación total del lobo mexicano. Y tengan por seguro que las instituciones zoológicas de la AZCARM seguirán trabajando de la mano con autoridades, comunidades locales, investigadores, estudiantes y contrapartes estadounidenses para asegurar que el lobo mexicano no solo sobreviva, sino prospere en su hábitat natural. La colaboración, el conocimiento, la experiencia y el cuidado humano profesional y responsable de fauna silvestre son las columnas que sostienen este exitoso caso de esperanza y recuperación de especies emblemáticas en nuestro país”, concluyó.